Biografía

D. Francisco

de Asís

Medina

y

Muñoz

D. Francisco de Asís Medina y Muñoz nace en Cádiz el día 12 de julio de 1840, siendo bautizado el día 16 del mismo mes en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario por el presbítero D. Francisco Peral, natural de Montellano y vecino de esta ciudad.

Sus padres, D. José Medina, natural de .Cádiz y Dª Juana Muñoz, natural de Huelva, lo educan cristianamente y, ya desde pequeño, presienten los designios que el Señor tiene sobre su hijo. A los 17 años, Francisco de Asís convencido de que el Señor lo llama para el sacerdocio, se lo comunica a sus padres, quienes con la alegría y agradecidos a Dios, le dan su bendición y el permiso para empezar los estudios eclesiásticos como alumno externo en el seminario diocesano de Cádiz, siendo rector del mismo el P. Uriarte y Gómez, y secretario D. Luis García Fernández. Cursa su carrera con gran aprovechamiento, obteniendo las calificaciones en todas las asignaturas de la misma.

Persona dotada desde su juventud, de gran memoria y extraordinaria facilidad de palabra, es ordenado Presbítero ella de diciembre de 1865 por el Ilmo. Sr. Obispo Fray Félix Mª de Arriete. En el citado año, es salmista, segundo apuntador de coro y segundo maestro de ceremonias de esta Santa' Iglesia Catedral.

 

Un año después, el 17 de diciembre de 1866, obtiene por oposición una plaza de Beneficiado Contralto de esta Santa Iglesia Catedral, y, en octubre de 1869 ocupa la Cátedra de Tercer Año de Latín y Humanidades en el Seminario.

 

Persona dotada de exquisito y agradable trato, siente siempre gran preocupación por la enseñanza, principalmente de las clases más humildes, siendo director del Colegio del Santo Cristo y fundador, con otros sacerdotes, de las "Escuelas Católicas", cuya dirección lleva muchos años.

 

En 1876, el día 10 de agosto, ante la proliferación en Cádiz de las Escuelas Protestantes, el P. Medina, lleno de ardor apostólico, funda el establecimiento de' enseñanza para adultas, especialmente jóvenes, trabajadoras, cuya institución denomina con el hermoso nombre de Rebaño de María de la Divina Pastora. La enseñanza está a cargo de cierto número de señoras que deciden vivir en comunidad bajo la regla de la Orden Tercera de San Francisco, tomando el hábito en fecha 4 de octubre de 1878.

 

La primera casa se abre el día 7 junio de 1878 en una finca de pobre aspecto de la calle Consolación, siendo nombrada superiora Madre Encarnación Carrasco Tenorio, a quien el Padre Medina deja la ejecución de la Obra con la ayuda de su consejo y dirección. Como dicha finca resulta insuficiente para albergar a las niñas asiladas, en el año 1883, se traslada a una finca alquilada, situada en la calle del Puerto (hoy Zorrilla). En donde, al disponer de mayor espacio, las alumnas se dividen en las clases de párvulas,  niñas y jóvenes, recibiendo no solamente la instrucción moral y religiosa, sino también la primaria elemental.

 El sostenimiento de esta Obra depende de las limosnas de personas piadosas, estableciéndose en esta Casa desde su fundación Escuela gratuita de niñas y adultas, y Asilo de jóvenes  tuteladas, cuyo número de internas asciende a 24, en el año 1885, y que va en aumento a medida que los escasos recursos de la naciente Institución lo permiten. En el año 1887 el nuevo Instituto se consolida, estableciéndose el Asilo en el Barrio de San Carlos, calle S. Sebastián, nº 5, gracias a la donación de una piadosa señora, dirigida del P. Medina, Dª Mª de los Dolores Aguirre y

Larrahondo. Este mismo año, D. Francisco de Asís Medina obtiene una plaza de Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Cádiz. Le es concedido el tratamiento de Monseñor, si bien, no se envanece nunca ni pretende las preeminencias a las que da derecho la condecoración pontificia, y es nombrado Capellán Custodio de la Iglesia de Santo Domingo por el Sr. Obispo de la Diócesis.

 

Así pues, D. Francisco de Asís Medina pone los cimientos del naciente Instituto del Rebaño de María, trabajando constantemente por inculcar en las primeras religiosas el espíritu de humildad y pobreza evangélica, y, junto a la insigne fundadora Madre Encarnación Carrasco, Tenorio escribe unas Constituciones, que son aprobadas el 3 febrero 1891  por el Excmo. Señor D. Vicente Calvo y Valero. Obispo de Cádiz,

 

Aún, con todo lo dicho, aun la principal faceta de D. Francisco de Asís Medina es su prodigiosa oratoria, llegando a pronunciar a lo largo de su vida más de 10.000 sermones, algunos días, hasta seis "y el del Rebaño de María, que ese no lo cuento por ser mi obligación (Palabras del P. Medina al P. Moga, de la Compañía de Jesús, quien siente una gran admiración hacia esta obra por el comenzada). Su estilo es dulce y sencillo, pero muy rico en citas llenas de erudición sagrada. Las misiones que tiene a su cargo en san Fernando y tarifa son muy elogiadas y comentadas, prolongándose su predicación durante un mes en cada una de estas localidades.

 

Persona extremadamente sencilla, vive humildemente y muere pobre en la paz del Señor el día 24 de diciembre de 1908, a los 69 años de edad, cuando se celebra la Misa de medianoche, aquejado desde hace tiempo del mal de la gangrena que va minando lentamente su salud, por lo que tiene que soportar dolorosas curas.

 

Su entierro constituye una extraordinaria manifestación de duelo, al que asisten personas de todas las clases sociales, porque su vida y su obra son muy conocidas y estimadas en la ciudad de Cádiz.

 

Propósitos

 

“PADRE  MEDINA"

            “Manifestó, después, el Padre Medina que, siéndole imposible hacer el elogio de todas las virtudes de Beato Diego por tratarse de un coloso de santidad, lo iba a presentar bajo un solo aspecto, a saber: como un hombre que trabajo con el más ardiente celo por la gloria de Dios, siendo por lo mismo glorificado de Dios del modo más admirable. Así pues, tomando por tema las palabras del libro 1º de los Reyes “Yo glorificare a todo aquel que me glorificare”, se propuso demostrar. Que el Beato Diego José de Cádiz procuro con el mayor y más ardiente celo la gloria de dios, dándose a conocer al mundo, como la personificación más exacta de la caridad de apostolado, peculiar de la Iglesia Católica, y que dios en recompensa de su celo lo glorifico con liberalidad extraordinaria”.

Fragmento de un artículo publicado en el Diario de Cádiz sobre la homilía pronunciada por el Padre Medina con ocasión de la beatificación de Fray Diego José de Cádiz el 28 de abril de 1895 (Día de la Divina Pastora)

 

 

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